Trabajadores, sindicatos, agricultores y representantes políticos exigen la continuidad de la factoría y denuncian un ataque directo al mundo rural leonés
Los 'bancos-ataúd' de Ponferrada desatan la polémica y el humor negro
El alcalde admite el desacierto estético y el PSOE critica el gasto de más de 600 euros por unidad: "ni invitan al descanso ni respetan el entorno"
Los nuevos bancos instalados en el paseo del río Sil de Ponferrada han provocado más de un comentario sobre su estructura, ya que recuerda a un ataúd, según ha denunciado el PSOE haciéndose eco de esos comentarios que hablan de que "lo mismo valen para descansar un rato como eternamente" o "falta la familia Adams".
Tal es así que hasta el alcalde de Ponferrada, Marco Morala, reconoce que el modelo elegido "no ha sido acertado", aunque asegura que no ha dependido de él.
El popular cree que estos bancos tendrían mejor encaje en el Morticia, un pub ponferradino con estética mortuoria, que en el paseo del río: "hay un local en Ponferrada del cual yo soy aficionado, que es icónico y tiene muchos años de antigüedad, y creo que encajarían perfectamente en ese decorado", dijo.
"Estéticamente son difíciles de digerir, suelo ser objetivo en mis valoraciones y creo que esto lo comparte la inmensa mayoría de los ponferradinos", apuntó el regidor que espera que, aun así, no sean rechazados para su utilización.
Desde el PSOE, el concejal Jose Antonio Cartón señala que "entendemos perfectamente que se haya creado revuelo en las redes por la colocación de esos bancos-ataúdes, pero lo que debería provocar la noticia más que risa es indignación al conocer cuánto ha costado ese mobiliario".
Así ha explicado que el importe total has sido de 14.641,97 euros, con cargo al proyecto europeo del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino.
Una "sostenibilidad que por lo visto, no incluye ni el buen gusto ni la responsabilidad en los gastos".
Añade que concretamente esos 6 bancos que ahora decoran nuestro paseo del rio con aires de tanatorio moderno han costado 3.737,45 euros.
Es decir, más de 600 euros por unidad para instalar piezas sin respaldo y con un diseño que ni invita al descanso ni respeta el entorno y que provoca más inquietud que descanso. Si el objetivo era que nadie se sentase, podemos decir que han acertado"
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