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Trasladan al expolítico berciano Pedro Muñoz a la cárcel asturiana de Villabona "por razones de seguridad"

La política penitenciaria apuesta por que los 'presos mediáticos' cumplan condena alejados de su tierra "para evitar problemas con otros internos"

Trasladan al expolítico berciano Pedro Muñoz a la cárcel asturiana de Villabona "por razones de seguridad"
Muñoz, condenado por la Audiencia de León a 16 años y 11 meses por lesiones agravadas y varios delitos de maltrato contra su segunda exmujer, Raquel Díaz. | ICAL
Susana Martín
Susana Martín
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"Vivía bien" en el módulo 12 de Villahierro, "el más tranquilo" de la cárcel de Mansilla de las Mulas, donde habitan reos "nada conflictivos", pero este jueves por la mañana ha sido trasladado a la de Villabona, en Asturias. "No le hizo mucha gracia porque prefería estar en León, pero tampoco se opuso, ni podía hacerlo", cuenta una funcionaria de prisiones sobre el expolítico berciano Pedro Muñoz, que cumplia condena en León por un caso extremo de violencia de género (dejó a su víctima parapléjica y con irreversibles daños neurológicos) y desde esta semana seguirá haciéndolo en tierras asturianas "por razones de seguridad".

Fuentes extraoficiales bien informadas consultadas por Tribuna León explican que la decisión del traslado de Muñoz puede deberse a que la política penitenciaria actual apuesta por que los presos mediáticos cumplan su condena alejados de su tierra "para evitar problemas con otros presos". Muñoz, que según estas fuentes "estaba bastante integrado" entre los reclusos de su módulo de respeto, había recibido últimamente una sanción disciplinaria "por un despiste" respecto a las normas que debe cumplir.

La política penitenciaria que se aplica en estos casos de procedimientos judiciales mediáticos (Muñoz era concejal en Ponferrada y durate su trayectoria política había pasado por hasta seis formaciones políticas), pasa por que este tipo de internos sean "alejados" de su entorno. Así, explica un funcionario, "a los de aquí es frecuente trasladarlos a Asturias o a Galicia, y al revés". Así, quien fuera alcalde de Toreno durante varias legislaturas, y procurador regional, y diputado provincial, compartirá desde ahora prisión, por ejemplo, por quizá dos de las presas leonesas más mediáticas, Triana Martínez y su madre, Montserrat González, dos de las tres condenadas por el asesinato de Isabel Carrasco hace ahora diez años, en 2014.

En sentido inverso, durante su estancia en la cárcel leonesa Muñoz compartía prisión con otros dos presos mediáticos, esta vez gallegos: José Enrique Abuín Gey, alias 'El Chicle', condenado a prisión permanente revisable por el terrible crimen de Diana Quer en 2016; o con David Oubel, 'el parricida de Moraña', que en 2015 asesinó brutalmente a sus dos hijas pequeñas con una radial.

Viogén avisó del traslado a Raquel Díaz

"Al politicucho ese del Bierzo le han dado la cunda", comentaban este jueves algunos internos de la prisión de Villahierro, que traducido del lenguaje informal de los reos viene a decir que al expolítico Pedro Muñoz lo han trasladado de cárcel. Al menos por el momento, el exconcejal de Ponferrada condenado por agredir salvajemente a Raquel Díaz en mayo de 2020 en Toreno (la sentencia de la Audiencia Provincial de León ha sido recurrida por todas las partes al TSJCyL) seguirá cumpliendo condena en Asturias, en el centro penitenciario de Villabona, en el concejo asturiano de Llanera.

La víctima por la que Muñoz cumple condena (aún no firme), la abogada leonesa Raquel Díaz, recibía asustada la noticia del traslado de su agresor a media mañana de este jueves, a través de una llamada de los operarios del sistema Cometa de protección a víctimas de violencia de género. A pesar de que Muñoz ya está en prisión desde febrero, y por tanto ella "a salvo", los lentos protocolos de actuación hacen que Raquel aún tenga que portar a diario el dispositivo de Viogén, con el que se controla que los agresores no incumplan las distancias establecidas con sus víctimas.

Muñozcondenado a 16 años y 11 meses de cárcel por varios delitos de maltrato y por la salvaje agresión que dejó parapléjica y con graves daños neurológicos a su segunda exmujer, la abogada leonesa Raquel Díazingresó en Villahierro (Mansilla de las Mulas, León) el 25 de febrero.

Hasta su entrada en prisión, pasaron 3 años, 8 meses y 26 días desde que se produjo la agresión en Toreno, 1.369 días de calvario para la víctima.

El exconcejal de Ponferrada había recurrido su ingreso en prisión y la sentencia condenatoria de la Audiencia Provincial de León, lo que no impidió la ejecución de la resolución dictada por la Audiencia, a petición del Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares, para evitar el riesgo de fuga y proteger a la víctima, que a fecha de hoy sigue interna en un centro geriátrico de algún lugar de Castilla y León, a la espera de que se le conceda una plaza en uno más adecuado a su edad y circunstancias médicas y personales.

Este periódico se puso en contacto con Instituciones penitenciarias para confirmar los detalles del traslado de Muñoz, pero desde el departamento de prensa explicaron que "no se puede facilitar ningún detalle de ningún preso por la Ley de Protección de datos".

Varias fuentes extraoficiales confirmaron que el traslado "se grabó" en el sistema este miércoles, fecha en que se trasladó a Muñoz al módulo de ingresos, desde donde este jueves a primera hora de la mañana fue trasladado a su nuevo destino penitenciario, en Asturias.

El juicio por alzamiento de bienes, el 27 de mayo en Ponferrada

A la espera de la resolución del recurso presentado a la sentencia de la Audiencia en el TSJCyL, Raquel y su letrado, Felipe Patiño, trabajan en los dos próximos objetivos: el intento de Muñoz de descapitalizarse y donar sus bienes a sus dos hijos para no hacerse cargo de la responsabilidad civil si resultaba condenado (el juicio a los tres por alzamiento de bienes se celebra el 27 de mayo en Ponferrada, justo el día en que se cumplen cuatro años de la salvaje agresión de Toreno) y la denuncia a los agentes de la Policía Local que no la auxiliaron cuando Raquel Díaz llamó desesperada al 112 el 13 de marzo de 2018 durante el transcurso de otro episodio de violencia que quedó grabado, una denuncia que ampliará al intendente de Ponferrada, Arturo Pereira, y al Ayuntamiento de la capital berciana. "La sentencia recoge que yo no fabulo, ahora quiero saber por qué el jefe de la Policía Local dijo esas barbaridades en la instrucción, o por qué dijo que había oído que la maltratadora era yo, porque me parece muy grave", explicaba Raquel a Tribuna León hace unas semanas.

En apenas 5 semanas, Muñoz se sentará en el banquillo de los acusados junto a sus dos hijos -Ruth y Pedro Muñoz Botas- por presuntamente tramar juntos una operación para que el padre se descapitalizara y no tuviera que hacerse cargo de la responsabilidad civil en caso de que fuera condenado (como así fue) por el brutal ataque a Díaz.

El pasado mes de marzo, Ruth y Pedro Muñoz Botas, los dos hijos (del primer matrimonio) a los que el exedil de Ponferrada Pedro Muñoz intentó donar todos sus bienes en junio de 2020, perdieron la confianza en el letrado que hasta ahora defendía sus intereses, Pedro Quintana y han elegido al penalista Arturo González Pascual -del Colegio de Abogados de Madrid- para que los defienda del próximo 27 de mayo por un presunto delito de alzamiento de bienes.

En su escrito de acusación, la Fiscalía solicita para cada uno de los tres investigados (Muñoz y sus dos hijos) 2 años y 5 meses de cárcel. La acusación particular de Raquel Díaz, ejercida por el letrado ponferradino Pablo Bello, no se personó en la causa, uno de los motivos por los que Raquel Díaz decidió cambiar de abogado. Su nuevo letrado, el ferrolano Felipe Patiño, pudo retomar el caso a mediados de 2023, a pesar de no haber podido solicitar prueba ni presentar un escrito de acusación propio.