El avance de dos incendios forestales en la zona sur del Parque Nacional de Picos de Europa, el de Barniedo de la Reina (Boca de Huérgano) en León y el de Camarmeña, perteneciente al municipio asturiano de Cabrales, obligó el pasado domingo a ordenar el desalojo de la población de las ocho localidades del Valle de Valdeón y el cierre de la Ruta del Cares por el alto riesgo de desprendimientos.

Son un total de 350 las personas evacuadas, mientras que varias decenas de vecinos de Posada, Soto, Caín, Santa Marina, Cordiñanes, Prada, Los Llanos y Caldevilla han optado por quedarse en sus pueblos y se han organizado en cuadrillas de desbroce para construir franjas de defensa ante los fuegos. "Estamos noche y día luchando con lo que tenemos", ha explicado Felipe Campo, alcalde de Valdeón a EFE. "Muchos chavales jóvenes se han volcado y han estado trabajando sin descanso noche y día para trata de atajar esta situación con los medios que tienen a su disposición, mientras hemos intentado convencer a nuestros mayores de que el desalojo era la mejor opción".

Campo ha explicado que se está trabajando con desbrozadoras en Remoña, zona limítrofe con Cantabria, y a partir del mediodía los jóvenes dejarán paso a los profesionales que se van incorporando progresivamente a las tareas de extinción y se retirarán a sus pueblos a quitar maleza y refrescar con mangueras para evitar que el fuego alcance sus viviendas. El pedáneo se muestra optimista por cómo se ha logrado contener el fuego durante la pasada noche y por la bajada de temperaturas prevista para este lunes 18 de agosto: "Esperamos que esto cambie lo antes posible y que la voluntad de estos vecinos y el trabajo de los profesionales que se juegan el tipo frente a las llamas tenga su recompensa lo antes posible".

"Tenemos unas brigadas del operativo contra incendios de la Junta, así como algunos medios de extinción de la Diputación de León para combatir el fuego, y estamos esperando un bulldozer de la Unidad Militar de Emergencias (UME)", ha puntualizado Campo.