El estudio internacional publicado en la revista ‘The Lancet Healthy Longevity’ advierte de los perjuicios a largo plazo para la función cerebral
La ULE participa en un estudio que relaciona la contaminación con el deterioro cognitivo
El estudio internacional publicado en la revista ‘The Lancet Healthy Longevity’ advierte de los perjuicios a largo plazo para la función cerebral
El investigador de la Universidad de León y profesor en el King’s College de Londres, Jorge Arias de la Torre, participa en un estudio internacional que revela las consecuencias de una exposición prolongada a ciertos contaminantes atmosféricos para la salud cognitiva. El estudio publicado en la revista ‘The Lancet Healthy Longevity’ asocia, en específico, óxidos y dióxido de nitrógeno y las partículas en suspensión con ralentización en el procesamiento mental, cambios en la estructura cerebral en la ancianidad y deterioro de la memoria, recoge en un teletipo la agencia Ical.
La investigación, que busca ampliar estudios científicos anteriores que relacionan la polución con el procesamiento cognitivo, ha incorporado la evaluación de más de 2.000 ciudadanos británicos a lo largo de una etapa vital, desde la madurez hasta la vejez. En primer lugar, se evaluó la exposición a contaminantes del aire en una muestra de población de entre 45 y 64 años y se analizó su memoria verbal, velocidad de procesamiento y estructura cerebral a lo largo del tiempo hasta las edades comprendidas entre 69 y 71 años. La utilización combinada de datos ambientales y neuroimágenes obtenidas por resonancia magnética, ha permitido a los investigadores observar la relación entre la exposición a dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión, y el deterioro de la función cerebral.
Los hallazgos del estudio relacionan una mayor exposición a dióxido de carbono y partículas PM10 con menor velocidad de procesamiento y con mayor volumen ventricular, un indicador asociado a procesos de atrofia cerebral. Mientras que una mayor exposición a óxidos de nitrógeno se relaciona con un menor volumen del hipocampo, estructura fundamental para la memoria.
Los autores del estudio concluyen que la contaminación del aire produce efectos nocivos duraderos sobre el cerebro humano, además de sus probadas consecuencias en el empeoramiento de la salud física. Los investigadores entienden que los hallazgos deberían constituir un motivo más para que se siga avanzando en políticas de reducción de emisiones en aras de proteger la salud cognitiva a largo plazo.
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