Durante doce horas que si concluyen sin incidentes se interpretaría como que la guerra "habrá terminado"
El golpe invisible: así fue el plan inédito con los aviones B-2 de la Operación Midnight Hammer
Sigilo, precisión quirúrgica y poder disuasorio en un ataque sin precedentes
La noche del sábado 22 de junio de 2025 quedará registrada como un punto de inflexión en el tablero de poder global. Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ejecutó el mayor bombardeo con aviones B-2 de su historia, en un ataque quirúrgico y secreto contra las instalaciones nucleares de Irán. La operación, bautizada como Midnight Hammer (Martillo de Medianoche), marcó la entrada formal de Washington en el conflicto que enfrenta a Israel con la República Islámica, pero también se convirtió en una exhibición inédita de capacidad tecnológica, precisión táctica y poderío aéreo.
Meses de sigilo en medio de la diplomacia
Lo que parecía un giro de última hora fue, en realidad, el desenlace de una operación planificada durante meses. Mientras se sucedían rondas diplomáticas con Teherán en busca de un nuevo acuerdo nuclear, el Pentágono preparaba en paralelo una acción encubierta de dimensiones sin precedentes. Solo un número muy limitado de altos mandos conocía la verdadera naturaleza del plan, diseñado para ejecutarse en caso de ruptura total con el régimen iraní. El momento llegó.
Sin margen de error
La operación movilizó más de 125 aeronaves y se basó en un sofisticado uso de señuelos, rutas divergentes y tecnología furtiva. Siete bombarderos B-2 Spirit, conocidos por su capacidad de volar invisibles al radar, despegaron desde la base de Whiteman, en Misuri. Parte de ellos se dirigió hacia Guam como señuelo, simulando una ruta convencional en el Pacífico. Mientras tanto, los auténticos aviones de ataque volaban hacia el este, por rutas cuidadosamente trazadas, en una misión que duró más de 18 horas.
A las 17:00 (GMT), un submarino estadounidense lanzó decenas de misiles Tomahawk contra las instalaciones de Isfahán, abriendo la ofensiva. Poco después, a las 18:40, dos bombas antibúnker GBU-57, de más de 13 toneladas cada una, impactaban contra el centro nuclear subterráneo de Fordó. A las 19:05, todos los objetivos habían sido alcanzados.
Efecto sorpresa total
Según el Pentágono, Irán no vio venir el ataque. Sus radares no detectaron a los B-2. Ningún caza despegó. Ningún misil tierra-aire fue lanzado. La fuerza aérea estadounidense no sufrió una sola baja, lo que pone en evidencia la eficacia del sigilo, la guerra electrónica y la disuasión aérea en la que Estados Unidos sigue siendo hegemónico.
Los blancos no fueron tropas ni infraestructuras civiles: fueron instalaciones nucleares clave en Fordó y Natanz. El mensaje era claro: paralizar el programa nuclear sin escalar a una guerra total.
Decisión política con ecos globales
Donald Trump, que pasó la mañana del sábado en su club de golf de Nueva Jersey, supervisó la operación desde la sala de crisis de la Casa Blanca. Horas después, en un discurso televisado, lanzó una advertencia directa a Irán: o la paz, o una tragedia mayor. La decisión de intervenir marca un giro en la postura del expresidente, que durante años criticó la intervención militar estadounidense en Oriente Medio.
Sin embargo, la ofensiva ha reabierto divisiones internas dentro del Partido Republicano y entre el electorado trumpista, donde una parte considerable rechaza nuevas aventuras militares extranjeras.
La Operación Midnight Hammer no solo ha destruido objetivos estratégicos en suelo iraní. También ha dejado en claro que, pese a años de conflictos regionales y debates sobre el declive estadounidense, ningún otro país en el mundo posee la capacidad logística, táctica y tecnológica para ejecutar una misión de estas características con tal nivel de sigilo y precisión.
La comunidad internacional observa con tensión el desarrollo de los acontecimientos. Pero para los estrategas militares, el mensaje ha sido contundente: el martillo estadounidense puede caer en silencio, pero con fuerza letal.
Fuente: EFE
Sigilo, precisión quirúrgica y poder disuasorio en un ataque sin precedentes
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