Más de 3.000 personas se han concentrado este viernes en la Plaza Mayor de La Bañeza (León) para mostrar su respaldo a los trabajadores de la planta de Azucarera, amenazada por un inminente cierre. La movilización, que comenzó a las ocho de la tarde, ha sido un grito unánime en defensa del empleo y del tejido productivo rural.

El acto ha contado con la presencia de los 160 empleados afectados directamente, acompañados por sus familias, representantes sindicales de UGT y CCOO, agricultores, ciudadanos y representantes de diversos partidos políticos. En total, el cierre comprometería hasta 1.200 puestos de trabajo indirectos, lo que ha generado una amplia preocupación en toda la comarca.

Los sindicatos han exigido unidad política y compromiso real por parte de las administraciones, criticando los enfrentamientos entre el Gobierno central y la Junta de Castilla y León. No obstante, han valorado positivamente la implicación mostrada por el ministro de Industria, Jordi Hereu, durante una reunión mantenida este mismo viernes.

El alcalde de La Bañeza, Javier Carrera, ha expresado su total apoyo a los trabajadores y ha instado a las instituciones a no abandonar a la comarca: "Este territorio no puede quedarse sin alternativas ni futuro".

La movilización forma parte de un calendario más amplio de protestas que incluye concentraciones, paros y reuniones con representantes políticos a nivel provincial y autonómico. La próxima gran cita será el martes 10 de junio en las Cortes de Castilla y León.

Entre las soluciones planteadas por sindicatos y partidos se contemplan la búsqueda de nuevos inversores, la conversión del actual ERE en un ERTE y una posible intervención pública para mantener la actividad industrial.

León, provincia líder en producción de remolacha en España, se juega mucho más que una fábrica: se juega el futuro de un sector estratégico y de cientos de familias que dependen de él. La protesta de este viernes ha sido, sin duda, una contundente muestra de unidad frente a un cierre que amenaza con dejar una profunda herida en el corazón del mundo rural leonés.