España da comienzo este domingo a la campaña de verano contra los incendios forestales, en un contexto de optimismo moderado: los datos del primer cuatrimestre de 2025 muestran un descenso significativo en el número de siniestros y superficie calcinada respecto a los registros de la última década. Sin embargo, el inicio de junio llega marcado por un episodio de calor excepcional, lo que ha elevado el riesgo de incendios a niveles extremos en amplias zonas del país.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica, entre enero y abril de este año se han registrado 1.508 siniestros (incendios y conatos), la cifra más baja desde 2016 (1.364) y muy lejos del pico de 2017, cuando se contabilizaron 5.653. También ha descendido drásticamente la superficie forestal afectada por el fuego: 7.228 hectáreas quemadas frente a una media de 23.304 en el último decenio. Solo en 2016 se registró menos terreno calcinado (3.088 hectáreas) en ese mismo periodo.

Otro dato esperanzador es la ausencia de grandes incendios forestales (GIF), aquellos que superan las 500 hectáreas, en lo que va de 2025. Esto contrasta con los 14 GIF contabilizados en los primeros meses de 2023, el peor arranque de década, y con la media de cuatro grandes incendios para estas fechas.

No obstante, el actual episodio de calor inusual en la Península ha llevado a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a situar el nivel de riesgo de incendios en rojo en buena parte del suroeste peninsular, oeste de Castilla y León, así como puntos del nordeste y el Levante.

Dispositivo reforzado y coordinado

El operativo estatal para esta campaña contará con las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) y la flota de hidroaviones de gran capacidad del Ministerio para la Transición Ecológica, operada por el 43 Grupo del Ejército del Aire y del Espacio. También se activará la Unidad Militar de Emergencias (UME) y se contará con la participación de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Dirección General de Tráfico (DGT), en función de cada situación.

Estos recursos estatales operan en coordinación con los dispositivos autonómicos, ya que la responsabilidad principal en materia de prevención y extinción de incendios recae en las comunidades autónomas.

Situación desigual en Europa

A nivel europeo, el comportamiento de los incendios está siendo anómalo. En el sur del continente -incluido el norte de África y zonas como Cerdeña-, el riesgo es elevado, según el Servicio Copernicus. En Portugal, por ejemplo, la superficie quemada se sitúa en apenas 3.563 hectáreas, frente a una media de más de 96.000 por estas fechas.

En contraste, el norte de Europa experimenta una tendencia opuesta. Países tradicionalmente húmedos, como Dinamarca e Irlanda, están viendo más incendios de lo habitual. Dinamarca ya ha perdido 204 hectáreas en lo que va de año (cuando su media es de 72), mientras que en Irlanda se han quemado 4.355 hectáreas, superando con creces su promedio habitual de 3.139.

El inicio de la campaña 2025 en España, aunque alentador por los datos acumulados hasta abril, se enfrenta ahora al desafío inmediato de un verano que podría revertir esa tendencia si persiste el calor extremo.