El escritor zamorano presenta 'Vallesordo', su preciosa primera novela, en la Fundación Sierra Pambley
Jonathan Arribas: "Cuando escribo en casa, enciendo una vela antes de empezar a teclear: no sé si es un ritual o una manía"
El escritor zamorano presenta 'Vallesordo', su preciosa primera novela, en la Fundación Sierra Pambley
De niño soñaba con ser muchas cosas antes de pensar en ser escritor. Tras publicar su primera novela -las tiernas peripecias del niño Nico en la España rural- Jonathan Arribas (Palacios del Pan, Zamora, 1997) quiere seguir escribiendo. Lo hace en la biblioteca de su pequeña ciudad o en casa, con una vela cerca. Lo compagina con trabajos "de lo que surja" para poder seguir sacando ratitos: no ve posible vivir sólo de la escritura. Este martes a las 20 horas presenta en León su 'Vallesordo' (Libros del asteroide) en la Fundación Sierra Pambley.
- Presenta su primera novela en León, 'Vallesordo', un relato muy tierno sobre cómo es crecer en un entorno rural. ¿Cómo de distinta es la vida en un pueblo? ¿Cuenta usted su propia experiencia a través del niño protagonista, Nico?
- Creo que en los pueblos pequeños, al menos antes, los niños crecíamos más alejados de la mirada de los adultos. Y no, no cuento mi experiencia a través de Nico. Es verdad que el motor de la escritura son las emociones que siento o que recuerdo haber sentido de niño, pero los hechos que se cuentan son, en gran medida, inventados. Una de las cosas más divertidas de escribir es inventar. Escribir un libro para contar mi vida tal y como ha ocurrido, si es que eso se puede, me aburriría.
- Nació usted en Zamora y vivió después en Salamanca y Madrid, ahora en Zamora. ¿Cómo recuerda su infancia?
- Una infancia más o menos feliz.
- ¿Cómo le ha cambiado la vida con este primer libro que está teniendo tanto éxito?
- Creo que no me ha cambiado mucho la vida. Sigo yendo a la biblioteca a escribir siempre que puedo, y tengo que trabajar de otras cosas para poder pagar el alquiler y la comida. Algo que sí ha cambiado es el sentir que hay una correspondencia entre el afuera y el adentro: yo antes sentía que estaba escribiendo una historia que merecía la pena leer, que escribir se me daba más o menos bien, pero desde fuera no se le daba mucho crédito a eso (más allá de mis amigas escritoras, a las que adoro). Ahora ya no es así. Está bien sentir ese reconocimiento.
- Contaba David Uclés hace unos días en una entrevista que tardó 15 años en que alguien prestara atención a su libro, que ahora es un superventas y fue el libro del año en 2024. ¿Le resultó a usted muy complicado conseguir la atención de Libros del Asteroide?
- Escribí 'Vallesordo' a lo largo de 3 años. Cada vez que acababa una versión del libro (fueron cuatro o cinco), se la enviaba a algunas editoriales que no me contestaron o que, después de pensárselo, decidieron no publicarla, así que yo seguía reescribiendo. Yo sentía que la historia merecía la pena, aunque necesitaba a alguien que me aconsejara, que me dijera cómo contarla de mejor manera. Y fue ahí cuando llegó Luis, el editor de Asteroide. Sus comentarios me ayudaron mucho.
- ¿Tiene usted un ritual a la hora de escribir, o puede ser en cualquier parte y a cualquier hora?
- Suelo escribir en la biblioteca de Zamora, que está a quince minutos a pie desde mi casa. Creo que salir de casa y hacer ese paseo me ayuda a ir entrando un poco en lo que quiero contar ese día. Y cuando escribo en casa, enciendo una vela antes de empezar a teclear: no sé si es un ritual o una manía.
- ¿Piensa seguir viviendo en Zamora, disfrutando de esa vida "un poco más lenta" que en las grandes ciudades?
- Sí, me gustaría seguir viviendo en esta ciudad.
- Ahora su sueño, ha contado, es "ir trabajando" para poder seguir escribiendo. ¿Siempre quiso ser escritor?
- De pequeño quería ser cantante, luego director de un internado (supongo que porque veía la serie de Antena 3), más tarde profe de latín, luego juez. A partir de los veinte, empecé a leer muchos libros y a ver muchas pelis, y a los veintidós decidí que quería aprender a escribir.
- ¿Aspira a vivir sólo de la escritura?
- No, no creo que pueda vivir nunca sólo de la escritura.
- ¿Cómo está siendo su experiencia con este libro? Ha sido una de las revelaciones del año, ¿qué sorpresas le ha traído?
- Está siendo bonito charlar con las lectoras que vienen a las presentaciones o a los clubes de lectura. Al final, la historia de un libro surge del encuentro entre esa historia y quien la lee. Es muy bonito haber escrito algo y que ese algo despierte cosas en los demás. Marina, una amiga que presentó Vallesordo en Córdoba, me dijo que, mientras iba en tren, se había emocionado al imaginar a Nico bailando en su corral y dándole igual lo que pensaran los demás. Creo que eso es precioso: escribir una historia, crear un personaje y que tu amiga vaya en tren, se acuerde del personaje y se emocione.
- Entre sus influencias ha citado usted en algunas entrevistas a Nabokov, a García Calvo o la poesía de Olga Novo, también a Marta Sanz y a Chirbes. ¿Qué suele leer?
- Leo un poco de todo: novela, ensayo, diarios, libros de poemas, teatro, columnas en revistas y periódicos o entrevistas, que me gustan mucho.
- Recomiéndeme tres novelas que le hayan entusiasmado.
- 'Dos damas muy serias', de Jane Bowles; 'Respira', de Tim Winton; y 'Un beso de Dick', de Fernando Molano.
- Y tres libros de poemas.
- 'Mi paese salvaje', de Ángela Segovia; 'Me muero, te quiero', de Perla Zúñiga; y cualquier libro de poemas de John Ashbery.
- ¿Tiene ya en mente su siguiente proyecto?
- Sí, estoy escribiendo otra cosa, aunque voy muy despacio. Creo que escribir es buscar algo con paciencia, y no está muy claro qué es ese algo, y está bien que sea así…
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