La Asociación de Jóvenes Agricultores, Asaja, advirtió este martes que el girasol de secano es el cultivo más expuesto a la ola de calor que se vive en la provincia de León en estos días, donde se han cultivado 18.983 hectáreas, 12.197 de ellas en tierras de secano. El cultivo se encuentra en pleno proceso de floración y se comenzará a recolectar a mediados de septiembre.

La organización agraria explicó que una parte importante de la superficie sembrada se hizo de forma tardía debido a las lluvias de primavera, por lo que acumula "un cierto retraso en su ciclo".

La nascencia fue "por lo general, buena", pero la ausencia de lluvias desde hace varias semanas ha hecho que el cultivo se resienta en su desarrollo, mientras que ahora afronta una ola de calor en pleno proceso de floración y formación de la pipa, "que tendrá efectos muy negativos sobre las expectativas de producción".

En la última Comisión Provincial de Estadística Agraria se estimaron producciones de casi 34.000 toneladas, con rendimientos de una tonelada por hectárea en secano y 3,2 en regadío.

"El girasol de secano se ha convertido en una alternativa al barbecho en el proceso de rotación de las tierras destinadas al cereal", trasladan desde Asaja, quienes detallaron que se trata de un cultivo "muy resistente a la sequía" debido a sus profundas raíces, aunque "para conseguir producciones rentables se requieren rendimientos superiores a 1.000 kilos por hectárea, que únicamente son posibles en las tierras de mayor calidad".

En cuanto al girasol de regadío y dado que la campaña de riego está garantizada en todas las zonas regables, "no hay riesgo de reducción de los rendimientos por las actuales altas temperaturas", aunque para la organización se trata de un cultivo "muy poco rentable en regadío", de forma que "no llega a convertirse en una alternativa al maíz y se siembra sobre todo por las exigencias de la Política Agraria Común al considerarse cultivo mejorante".

No obstante, aunque el cultivo de girasol ha aumentado en superficie en los últimos años en León, no se trata de un cultivo cuantitativamente importante en la provincia, que ocupa la penúltima posición en Castilla y León, tan solo por delante de la provincia de Ávila.