Una denuncia presentada a través de la sede electrónica de la Guardia Civil, ubicada en León, alertó de cargos indebidos cercanos a ocho millones de euros
Tres años de cárcel a un cartero por apropiarse y usar 15 tarjetas que debía repartir
Se quedaba con las cartas que tenían tarjeta y la clave secreta o pin dentro en Guadalajara, Madrid y localidades de la costa
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 3 años y seis meses de prisión a un cartero que retiró más de 20.000 euros por cajeros de toda España, tras apropiarse de las cartas de 15 personas que contenían tarjetas de crédito y el pin que envió el Banco de Santander a sus casas en El Casar (Guadalajara).
Los hechos ocurrieron entre junio de 2016 y junio de 2017 cuando el condenado trabajaba en Correos como cartero en esta localidad.
Aprovechando su situación, se apropió de diversas cartas remitidas por Banco de Santander a sus clientes que contenían las tarjetas de crédito o débito y la clave secreta o pin de las mismas.
Una vez en su poder, activó las tarjetas y retiró dinero de diversos cajeros automáticos en diferentes fechas. Las cantidades oscilaban entre los 40 y los 1.000 euros, si bien mayoritariamente sacaba 500 o 600 euros cada vez que acudía al cajero.
En concreto, se apropió de las tarjetas de 15 personas y llegó a retirar dinero en Guadalajara, en Madrid y en varias localidades de la región, Gandía (Valencia), Almería, Murcia y Málaga.
La Audiencia de Guadalajara le condenó por un delito continuado de infidelidad en la custodia de documentos en concurso medial con un delito continuado de estafa a 3 años y medio de prisión y al pago de 22.900 euros al Banco de Santander en concepto de responsabilidad civil, una sentencia que ratificó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha.
El condenado recurrió al Supremo al denunciar que la sentencia se basaba en "conjeturas y suposiciones" ante la ausencia de prueba directa en tanto que nadie le vio haciéndose con las tarjetas, los pin y DNI de los titulares de las tarjetas, ni tampoco sacando el dinero de los cajeros, de modo que "el Jurado se ha decantado en todo momento por la interpretación de unas pruebas poco o nada sólidas".
Pero el alto tribunal avala la actuación de los tribunales y tilda de "inevitable" la autoría del condenado con hasta nueve indicios.
Explica que en el área de El Casar solo hay siete carteros y a los perjudicados no se les entregaron las cartas que contenían las tarjetas y los pines sin que sus buzones estuvieran forzados.
Siendo previsible que uno de estos carteros fuera quien interceptaba las cartas, la jefa de reparto de la oficina de Correos solo reconoció al acusado en las imágenes de las extracciones, hasta el punto de que únicamente este cartero fue geolocalizado en las inmediaciones de los cajeros en los que se retiró el dinero.
Destaca la Sala que "el acusado sufría una precaria situación económica" y de que "las extracciones se hacían siempre de los cuatro días después de los que el acusado trabajaba", por lo que "es claro que todos los indicios (plurales) apuntan en una única dirección".
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