Estado de Alarma: ¿Dios está con nosotros?

Parece que Dios no está aquí. No podemos acompañar a nuestros seres queridos durante la enfermedad, ni despedirnos de ellos cuando, no lo quiera Dios, fallezcan.
Parece que Dios no está aquí. No podemos acompañar a nuestros seres queridos durante la enfermedad, ni despedirnos de ellos cuando, no lo quiera Dios, fallezcan.
Tengo una cierta inquietud. No creo que pueda equivocarme si afirmo que, últimamente, solemos tener la ‘mirada’ perdida, difusa, desorientada. Y no me refiero a estar con los ojos disipados en el infinito. No, apunto, más bien, a que no estamos siendo capaces de mirarnos a los ojos, a buscar un diálogo sincero y a respetar la dignidad que surge en cada encuentro entre personas. Me explico.
Este fin de semana he ido a ver la película de Santiago Segura titulada 'Padre no hay más que uno'.
El pasado miércoles, 20 de marzo, el Consejero de Educación de nuestra comunidad publicó un artículo de opinión en las páginas del EL MUNDO de Castilla y León. En él desglosó una serie datos sobre una serie de actuaciones realizadas desde su consejería para evitar el cierre de escuelas en nuestra región. Indicó que 7 de cada 10 euros que se invierten en educación van dirigidos a poblaciones de ámbito rural con menos de 10.000 habitantes.
* Distopía según la RAE es una representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana.
Hace algún tiempo, el orientador del centro donde estudian mis hijos terminó una de las sesiones formativas con una frase que resume el gran problema que tenemos hoy en la escuela: “al fin y al cabo, el maestro de vuestros hijos pasa uno o dos años con ellos, en cambio vosotros les acompañaréis en su crecimiento personal toda la vida”.
He sido maestro de primaria durante una década y muchas veces caí en el mismo error que mis compañeros, sin que sea condicionante el tipo de centro dónde impartamos la docencia: público, privado o concertado. Mucho se habla del fracaso educativo español y considero que los docentes de primaria, los maestros y maestras, hemos en asumir parte de nuestra responsabilidad.
No cabe duda que en España, no así en otros estados de nuestro entorno, las competencias atribuidas a los entes locales en materia educativa son escasas y residuales. Esta cuestión ha venido acentuándose con la llegada de la democracia al privilegiar a las Comunidades Autónomas en detrimento de los municipios. Si bien, desde una perspectiva histórica la situación era la inversa.
España se ve como la tierra de salvación y una promesa de esperanza para muchas personas que en sus países de origen no la tienen.